Un nuevo estudio realizado por UNSW Sydney muestra que es posible reducir significativamente las temperaturas de una gran ciudad en un clima desértico caliente mientras se reducen los costos de energía. Los hallazgos, publicados en Nature Cities, detallan una estrategia multifacética para enfriar la ciudad capital de Arabia Saudita hasta 4.5°C, combinando materiales de construcción altamente reflectantes y frescos desarrollados por el Laboratorio de Arquitectura de Alto Rendimiento con áreas verdes irrigadas y medidas de eficiencia energética.
El calor urbano extremo afecta a más de 450 ciudades en todo el mundo, aumentando las necesidades de consumo de energía y afectando negativamente la salud, incluyendo enfermedades y muertes relacionadas con el calor. Riyadh, la capital de Arabia Saudita, es una de esas ciudades. Situada en el centro de un desierto, es una de las ciudades más calientes del mundo, con temperaturas que pueden superar los 50°C durante el verano. Además, el cambio climático y la rápida urbanización están aumentando la magnitud del sobrecalentamiento.
Para el estudio, el equipo de investigadores de UNSW realizó simulaciones a gran escala del clima y consumo de energía en el área de Al Masiaf de Riyadh, considerando diferentes combinaciones de materiales súper frescos, tipos de vegetación y niveles de eficiencia energética. Los resultados mostraron que es posible reducir la temperatura exterior de la ciudad en hasta 4.5°C durante el verano y mejorar la conservación de energía para la refrigeración en un 16%.
El escenario de mitigación recomendado para Riyadh incluye el uso de materiales súper frescos en los techos de los edificios y duplicar la cantidad de árboles irrigados para mejorar la refrigeración por transpiración. Por otro lado, la implementación ciega de técnicas de refrigeración urbana sin una optimización científica detallada y avanzada, como el uso de áreas verdes no irrigadas, puede resultar en un aumento sustancial de la temperatura de la ciudad.
Prof. Santamouris afirma que la reducción de la temperatura de la ciudad ayuda a aumentar el confort térmico de las personas, reducir los problemas de salud causados por el calor intenso, disminuir la concentración de contaminantes y mejorar la productividad humana. Además, la investigación previa ha demostrado que la implementación de estrategias similares de enfriamiento en otras ciudades puede ayudar a reducir las muertes relacionadas con el calor.
El estudio también simuló el impacto energético de medidas de eficiencia energética y tecnologías de mitigación del calor implementadas a nivel urbano en los 3.323 edificios de la zona. Combinar tecnologías óptimas de enfriamiento con opciones de eficiencia energética, como mejorar las ventanas, la aislación, los techos solares y frescos, podría reducir la demanda de refrigeración en un 35%.
Los investigadores esperan trabajar con la Comisión Real de Riyadh para comenzar a implementar el plan de mitigación del calor en la ciudad, que sería el más grande de su tipo en el mundo. Una vez implementadas a nivel urbano, estas tecnologías avanzadas de mitigación del calor tendrán importantes efectos en la salud, la sostenibilidad y la economía de la ciudad durante muchos años.
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