El Oculus Quest, un revolucionario visor de realidad virtual, hizo su debut en 2019. Sin embargo, tan solo cinco años después, Meta anunció una decisión controvertida con respecto al soporte para el Quest 1 original. A partir de mayo, las nuevas aplicaciones lanzadas en la tienda de Quest ya no serán compatibles con el Quest 1. Esta acción no se debe a la falta de potencia del visor, sino a una estrategia de obsolescencia planificada implementada por Meta. Desde el 30 de abril, los usuarios de Quest 1 ya no tendrán acceso a nuevas aplicaciones en la tienda de Quest. Los desarrolladores también estarán restringidos para subir nuevas aplicaciones exclusivamente diseñadas para el Quest 1. Incluso las versiones compatibles con múltiples visores, incluyendo el Quest 1, tendrán bloqueado su soporte para Quest 1.
Las aplicaciones existentes que actualmente son compatibles con el Quest 1 seguirán disponibles para los usuarios. Sin embargo, Meta ya ha comenzado a reducir el soporte para el envejecido visor. Mientras que la obsolescencia planificada no es algo inusual en la industria de la tecnología, la rápida disminución del soporte para el Oculus Quest 1 llama la atención. A diferencia de las generaciones tradicionales de consolas, donde las actualizaciones se justifican por mejoras gráficas y avances tecnológicos significativos, la transición del Quest 1 al Quest 2 parece prematura. El Quest 2 fue lanzado tan solo 18 meses después del Quest 1, dejando a los usuarios cuestionando la propuesta de valor detrás de la actualización forzada.
La decisión de volver obsoleto al Quest 1 ha dejado insatisfechos a muchos usuarios. A diferencia de las actualizaciones tradicionales de consolas que prometen mejores gráficos y un rendimiento mejorado, el impulso para adoptar el Quest 2 parece arbitrario y forzado. Los usuarios no se les presenta una razón convincente para actualizar, aparte del hecho de que su visor actual dejará de recibir soporte. Esta estrategia socava la confianza del consumidor y podría tener un impacto negativo en la reputación de Meta a largo plazo.
La rápida obsolescencia del Oculus Quest 1 por parte de Meta ha generado controversia dentro de la comunidad de realidad virtual. La decisión de cortar el soporte para el visor original después de tan solo cinco años plantea preguntas sobre las prioridades de la empresa y su compromiso con su base de usuarios. A medida que la tecnología continúa evolucionando, las empresas deben encontrar un equilibrio entre la innovación y la fidelidad del consumidor para mantener una imagen de marca positiva.
Deja una respuesta