Si una sola célula solar está sombreada y otras células en el mismo módulo no lo están, las células iluminadas pueden intentar conducir corriente a través de la célula sombreada, lo que resulta en un aumento de la temperatura y posibles daños a las células. Estas condiciones ponen a la célula sombreada en una condición conocida como retroceso, lo que hace que las células solares se vuelvan inestables y deterioren su rendimiento con el tiempo.
Investigadores de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill introdujeron recientemente una nueva estrategia que podría mejorar la estabilidad de las células solares de perovskita (PSCs) bajo condiciones de retroceso. Esta estrategia, esbozada en un artículo publicado en Nature Energy, podría facilitar la futura implementación de la fotovoltaica basada en perovskita en entornos reales.
Al revisar la literatura previa, los investigadores observaron que algunas PSCs eran significativamente más estables bajo condiciones de retroceso. Esto los motivó a investigar los mecanismos que sustentaban esta mayor estabilidad, con la esperanza de idear un método efectivo para estabilizar las células de perovskita.
Los experimentos realizados por los investigadores revelaron una serie de reacciones electroquímicas asociadas con la degradación de las PSCs bajo condiciones de retroceso. Estas reacciones implicaron la generación de yodo, lo que condujo a la corrosión del electrodo de Cu en las células. Este proceso, a su vez, desencadenó el colapso y degradación de las células solares.
En resumen, los hallazgos de este equipo de investigadores podrían pronto informar el desarrollo de fotovoltaica basada en perovskita más estable, lo que podría contribuir a su futura comercialización a gran escala. Con su proyecto de investigación completo, los investigadores esperan llevar a cabo estudios adicionales para determinar el límite máximo de estabilidad ante retroceso para las PSCs.
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