El estilo de vida verde ha ganado popularidad en los últimos años. Según el Informe de Tendencias de Consumo de China 2023, el 73.8% de los clientes priorizan la compra de productos respetuosos con el medio ambiente.
Las herramientas como las ecoetiquetas son ampliamente utilizadas por las empresas para mostrar a los consumidores cuán verdes son sus productos. Las ecoetiquetas pueden ser de certificación o de autolabeling, dependiendo del origen. La etiqueta de certificación es emitida por organismos de certificación de terceros, como Energy Star y Alimentos Orgánicos. Mientras que los consumidores confían en ellas, es difícil transmitir atributos verdes más allá del estándar. Por otro lado, el autolabeling, como la etiqueta natural de Wal-Mart, es la auto-declaración del fabricante sobre el estado verde del producto en el empaque, aunque los consumidores suelen tener poca confianza en ello.
Un equipo de investigación liderado por el Profesor Gaoxiang Lou de la Universidad de Ciencia y Tecnología de China Oriental y el Profesor Yi-Ming Wei del Instituto de Tecnología de Beijing construyó un modelo de juego de cadena de suministro verde que incluye a un fabricante y un proveedor. El proveedor suministra materias primas verdes y el fabricante realiza fabricación verde y elige ecoetiquetas para los productos. Los investigadores encontraron que las empresas en la cadena de suministro tienen preferencias conflictivas en la selección de ecoetiquetas.
La importancia de la coordinación en la cadena de suministro
El proveedor prefiere una etiqueta de certificación, mientras que el fabricante tiende a elegir el autolabeling, aunque el bienestar social bajo la etiqueta de certificación puede ser mayor. Según este descubrimiento, se necesita una mayor coordinación entre los miembros de la cadena de suministro para abordar las preferencias conflictivas. Además, los investigadores ampliaron el nivel de etiqueta de certificación de un nivel único a varios niveles.
Los resultados indican que cuando los consumidores tienen poca confianza en el autolabeling y la dificultad de inversión verde es baja, el fabricante es más propenso a elegir etiquetas de certificación de varios niveles. Esto proporciona una base científica para la formulación de etiquetas eco de varios niveles. Además, los investigadores encontraron un resultado interesante: cuando las empresas adoptan etiquetas de certificación de un solo nivel, las preferencias verdes de los consumidores pueden ser perjudiciales para la rentabilidad de las empresas. Explicaron que «a medida que las preferencias verdes de los consumidores aumentan, las agencias de certificación emitirán estándares de certificación más estrictos».
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