Los concursos de belleza de inteligencia artificial plantean un desafío único en cuanto a la definición de la belleza, como lo enfatizó la socióloga Hilary Levey Friedman. Los concursantes en estos concursos son básicamente productos de sus creadores, que se basan en estereotipos existentes de belleza. En los concursos de belleza de IA, la idea de una mujer atractiva es moldeada por los propios creadores, lo que lleva a una definición estrecha de la belleza.
A pesar de que los concursos de belleza de IA como los Premios de Creadores de IA del Mundo de Fanvue afirman mirar más allá de las apariencias físicas, los criterios de juzgamiento siguen favoreciendo ciertas características. Factores como «influencia en redes sociales» y la capacidad de los creadores para usar sugerencias en el diseño de los concursantes juegan un papel significativo en la elección de los ganadores. Esta enfasis en factores externos y presencia en línea refuerza la idea de que la belleza está estrechamente relacionada con la popularidad y la conformidad a las normas sociales.
La falta de diversidad en la belleza generada por IA es destacada por los hallazgos del Washington Post sobre programas como DALL-E, Midjourney y Stable Diffusion. Estas plataformas generan predominantemente imágenes de mujeres delgadas, de piel clara a mediana y jóvenes, perpetuando un estándar estrecho de atractivo. La representación limitada del envejecimiento o de tipos de cuerpo diversos en la belleza generada por IA plantea preguntas sobre la inclusividad y precisión de estas tecnologías.
La convergencia de la belleza generada por IA con los estándares societales de atractivo plantea preocupaciones importantes sobre la perpetuación de estereotipos dañinos. Cuando la IA produce consistentemente imágenes que se alinean con las percepciones dominantes de belleza, refuerza los ideales existentes de belleza y excluye a grupos marginados. El ciclo de crear influencers de IA que encarnan un concepto limitado de belleza, solo para replicar los mismos estándares en nuevas imágenes, perpetúa un ciclo de retroalimentación dañino.
A medida que las tecnologías de IA continúan moldeando las percepciones culturales de la belleza, es crucial abordar los sesgos incrustados en estos sistemas y esforzarse por lograr una representación más diversa e inclusiva de la belleza en el mundo digital. La influencia de la belleza generada por IA en la sociedad va más allá del ámbito de la estética digital. Estas tecnologías tienen el poder de dar forma a nuestra comprensión de la belleza, perpetuar los prejuicios societales y reforzar estándares dañinos de atractivo. Al examinar críticamente el impacto de los concursos de belleza de IA y los algoritmos de generación de imágenes, podemos trabajar hacia una representación más inclusiva y diversa de la belleza en la era digital. Es esencial que los creadores, los usuarios y los responsables políticos desafíen activamente las definiciones estrechas de belleza perpetuadas por las tecnologías de IA y se esfuercen por lograr un paisaje virtual más equitativo y representativo.
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