En una época marcada por avances rápidos en la inteligencia artificial (IA), plataformas de creación de contenido como Substack se encuentran en un cruce crucial. A diferencia de algunos de sus competidores, Substack no cuenta con una política formalizada que aborde el uso de la IA, lo que plantea preguntas importantes sobre las implicaciones de la IA en la calidad de la escritura, la creatividad y la dinámica general de la plataforma. A medida que el discurso sobre el papel de la IA en la creación de contenido se intensifica, los escritores en Substack se están adaptando, utilizando la IA no solo como una herramienta, sino como una parte integral de su proceso de escritura.
Hamish McKenzie, uno de los cofundadores de Substack, describe el auge de la IA generativa como una fuerza transformadora que los escritores deben enfrentar inevitablemente. Su afirmación de que «Ya sea que estés a favor o en contra de este desarrollo, al final no importa. Está sucediendo», encapsula la necesidad urgente de que los escritores se involucren con esta tecnología. Esta perspectiva fomenta una visión pragmática entre los escritores, impulsada no por las implicaciones éticas o debates existenciales en torno a la IA, sino por la necesidad de utilizar herramientas disponibles para mejorar su oficio.
Muchos escritores de Substack han adoptado la IA no para reemplazar sus voces únicas, sino para agilizar sus procesos de escritura. Por ejemplo, David Skilling, fundador del boletín de fútbol Original Football, compara el uso de la IA con el de un «editor sustituto». Al integrar la IA en su flujo de trabajo, mejora su productividad en lugar de renunciar al control sobre su escritura. Esta tendencia refleja una visión más amplia donde los escritores no ven a la IA como un reemplazo, sino como un colaborador, capaz de afinar ideas y mejorar la claridad.
El enfoque hacia la IA varía entre los diferentes boletines. Subham Panda, colaborador de Spotlight by Xartup, enfatiza la utilidad de la IA como un «medio asistencial» que ayuda en la curación de contenido. Aquí, la IA se utiliza para agregar información y crear visuales, mientras que la esencia y las ideas del contenido son preservadas por escritores humanos. Este equilibrio entre la utilización de la tecnología para la eficiencia y la retención del control editorial destaca la relación simbiótica entre la creatividad humana y la asistencia de la IA.
El éxito en la creación de contenido digital a menudo requiere redacción de alta calidad, y muchos escritores en Substack están utilizando herramientas de IA para refinar sus borradores. Max Avery, un colaborador del boletín Strategic Wealth Briefing, emplea herramientas como Hemingway Editor Plus para pulir su escritura. Estas herramientas pueden mejorar la coherencia y la legibilidad, permitiendo a los escritores centrarse en su mensaje principal sin verse abrumados por la mecánica de la escritura. De manera similar, el emprendedor financiero Josh Belanger confía en ChatGPT para redactar y editar, destacando cómo la IA puede facilitar la naturaleza intrincada de la escritura financiera, que a menudo requiere un lenguaje preciso y comprensión de jerga específica.
Curiosamente, el paisaje de Substack permite un uso diferente de la IA en comparación con otras plataformas de blogging. Evaluaciones recientes indican que hasta un 40% del contenido en plataformas como Medium fue generado con IA, en contraste con Substack, donde el contenido generado por IA sigue siendo relativamente mínimo. Esta diferencia podría deberse al diseño de la plataforma, que fomenta la creación de contenido más personalizado y en profundidad, permitiendo a los escritores interactuar con los lectores de una manera más auténtica.
A medida que los escritores en plataformas como Substack continúan navegando por las complejidades introducidas por la IA, se hace evidente que el futuro de la escritura probablemente verá una integración más profunda de estas tecnologías. Si bien las preocupaciones sobre las implicaciones de la IA son válidas, las experiencias de los escritores de Substack demuestran una creciente aceptación de la IA como una herramienta valiosa en lugar de una amenaza. A medida que la tecnología evoluciona, también deben evolucionar los enfoques de los escritores, fomentando un espacio colaborativo donde la creatividad y la innovación coexistan, dando lugar a contenido más rico y matizado. En esta narrativa en desarrollo, el papel de la IA puede verse no como un usurpador, sino como un aliado indispensable en el proceso de escritura, moldeando el panorama de la creación de contenido digital.
Esta intersección de tecnología y creatividad parece indicar que el futuro de la escritura está destinado a ser más colaborativo, enriqueciendo la experiencia tanto para escritores como para lectores.
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