Garantizar una buena calidad del aire en las escuelas es crucial para la salud y el bienestar de los estudiantes y los maestros por igual. Un reciente estudio llevado a cabo por la Universidad de Surrey ha arrojado luz sobre algunas estrategias efectivas que las escuelas pueden implementar para abordar este problema.
Uso de purificadores de aire y ventilación
Según el estudio, el uso de purificadores de aire en las aulas durante el día escolar puede mejorar significativamente la calidad del aire. Al filtrar contaminantes y partículas, los purificadores de aire ayudan a crear un ambiente más limpio y saludable para que los estudiantes aprendan y se desarrollen. Además del uso de purificadores de aire, abrir las ventanas después de horas también puede ser beneficioso para mejorar la calidad del aire en las escuelas. Esto permite una correcta ventilación y la circulación de aire fresco, reduciendo la acumulación de contaminantes en interiores y mejorando la calidad del aire en general.
El estudio sugiere que la forma más efectiva de mejorar la calidad del aire en las aulas es alternar entre el uso de purificadores de aire durante el día y abrir las ventanas después de horas. Esta combinación demostró ser la más exitosa en la reducción de los niveles de contaminantes, especialmente en aulas ubicadas cerca de carreteras concurridas. Aunque mantener las ventanas abiertas no siempre sea factible, especialmente durante ciertas condiciones climáticas o por razones de seguridad, se recomienda un enfoque adaptado que tenga en cuenta las características específicas y la ubicación del aula. De esta manera, las escuelas pueden encontrar un equilibrio entre garantizar una buena calidad del aire y mantener un ambiente de aprendizaje cómodo.
Los investigadores monitorearon los niveles de contaminación en dos aulas de una escuela infantil en Guildford, Reino Unido, situada cerca de una carretera con mucho tráfico. El estudio reveló que alternar entre purificadores de aire y aperturas programadas de ventanas condujo a mejoras significativas en la calidad del aire, con reducciones tanto en la contaminación por partículas gruesas como en los niveles de dióxido de carbono. Mejorar la calidad del aire en las escuelas es un tema urgente que requiere medidas proactivas para salvaguardar la salud de los estudiantes y el personal. Al implementar estrategias como el uso de purificadores de aire durante el día escolar y abrir las ventanas después de horas, las escuelas pueden crear un entorno de aprendizaje más saludable para todos. Es fundamental que los responsables de la formulación de políticas consideren estos hallazgos y tomen medidas para abordar las preocupaciones sobre la calidad del aire en entornos educativos en todo el mundo.
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